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Usted mi soprana inerte, vida en muerte:
vibras roja, ayer.
Que pelicanos nacen en el mar
mueren volando y del cielo son dioses
Contemplo sin animo aluno de negar
la acción delicada de roja verte
y se siembran en mi mano púas minúsculas
que apuntan al sol: tenerte.
podría imaginar esta vida sin ti
pero me bastaría ahora
solo porque no estas.
Podría regalarte mis lamentos
mi estómago, un nido de besos
pero no te veo.
sería suficiente si solo me
premiaras con tu ausencia
así mi presencia
seria tu más penosa adquisición
Como sintiese un muerto
ayer como nada pude,
cuando se le olvida su cuerpo,
cuando de madrugada
su alma desamparada
sube y camina por las
galería de los edificios viejos
buscando gente lejos.
Toca tu cuello y escucha:
son mis pasos
densos,
ligeros.
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Tarde gris, noche
recuérdame su cuerpo visto
blanco muy provisto
de todas las ganas que hoy tengo
Tarde aún veo
mirome desde el cielo
como muevo mis rosas
me muevo, espero
domo un pájaro y entierro
la
sensación muerta, muerta yo siento.
Pondría mis manos al sol
que tibias piernas rosan algodón
el viento enfría el agua de mis labios
y paredes grises ondulan
idea alguna
te veo
y que parpadeas
creo.
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Cactus violeta profundo
en tu corona encima llevo
y la canción que destroza el cielo
isla-volcán-fuego
y la sabana
destejida a mano
suena y cruje
cuando invoca el sueño
y la noche que aún me sueña
y yo que aun la sueño
Fresas corrientes granulares
cuento las caras de tu cuerpo
lloro por tus lunares
Oh! Los que aún no pruebo
La naturaleza entera ahora viva
cansada, satisfecha, rendida
que azul humo exhalo
que mujer
vidrio empaño
Son involuntarios impulsos
y carne cartón llevan, si
es que en la luna distingo tus muslos
telas sin vida, yo.
-Cristian Ortega
